¿Por qué algunas personas se marean al hacerse un piercing?

Si alguna vez has escuchado que alguien se desmayó al hacerse un piercing, seguramente se trató de un síncope vasovagal. Suena complicado, pero en realidad es algo muy común y, sobre todo, pasajero. Lo importante es saber que no es peligroso y que tu cuerpo simplemente está reaccionando a la situación.

¿Qué es exactamente?

El síncope vasovagal es un mareo fuerte que puede llevar a un desmayo breve.
Ocurre porque, en determinados momentos, el cuerpo reacciona al dolor, al nerviosismo o incluso a la anticipación del procedimiento con:

• Bajada de la presión arterial.
• Disminución del ritmo cardíaco.

El resultado es que llega menos sangre al cerebro y aparece el mareo.

¿Por qué puede pasar con un piercing?

No significa que tengas “bajo aguante al dolor”. Los motivos más frecuentes son:

• Llegar al estudio sin haber comido o bebido suficiente.
• Ponerse nervioso antes de la perforación.
• El miedo a las agujas o a la sangre.
• La tensión emocional del momento.
• Venir con prisas o justo con la hora.
• Altas temperaturas, que pueden facilitar la bajada de tensión.

Señales de aviso

Antes de desmayarse, el cuerpo suele dar pistas:

• Sudor frío.
• Mareo o sensación de calor repentino.
• Visión borrosa.
• Náuseas o zumbido en los oídos.

Si notas cualquiera de estas sensaciones, lo mejor es avisar enseguida.

Qué pasa si ocurre

Si llegas a marearte o incluso te desmayas, no pasa nada grave. Es un proceso natural y reversible.
En cuestión de segundos o un par de minutos máximo, recuperas la conciencia sin problemas.

Cómo puedes prevenirlo

Algunos consejos simples para que la experiencia sea más cómoda:

• Ven siempre habiendo comido y bien hidratado.
• Descansa bien la noche anterior.
• Evita venir con estrés o prisa.
• Si eres propenso a los mareos, avísalo antes y podemos hacer la perforación tumbado.

En resumen

El síncope vasovagal es una reacción común y momentánea. No implica un problema de salud ni significa que no puedas hacerte un piercing. Lo importante es estar tranquilo, cuidarte antes de venir y confiar en que estás en buenas manos.